La familia Nieto vive del crimen: cometen asaltos y robos express comandados por el policía Molina, quien les encarga las misiones. Nieto las ejecuta con su yerno Boris como secuaz. Nieto ya tiene más de 60, quiere retirarse y dejarle algo a sus hijos: Nati, peluquera, y Marcelo, el hijo menor, que trabaja de seguridad en una empresa y no quiere volver a involucrarse en esos “trabajos”. Una última misión podría darle a Nieto la tranquilidad del retiro, y cierto bienestar a su familia. Pero las cosas no salen como esperan. Marcelo deberá volver a la acción, y la situación irá de mal en peor.