Basada en la novela de Kevin Kwan, "Locamente millonarios", de Jon M. Chu, nos lleva directo a la última época dorada de las comedias románticas. Por si no lo sabían, China se convirtió en un mercado importantísimo para la industria del cine a nivel global, en especial para Hollywood.
Películas que en el propio EE.UU. no funcionaron como esperaban (por ejemplo, "Warcraft"), la rompieron en ese país, y al ser tan populoso, les alcanzó para recuperar lo invertido, y hasta obtener exitosas ganancias. La consecuencia de esto es, desde hace un tiempo, ver películas que parecen directamente craneadas para venderse en ese mercado, ejemplos, "Rascacielos", "Megalodón", y sí, "Locamente millonarios".
El film dirigido por Jon M Cho, adapta un best seller de Kevin Kwan, y aunque transcurrre y transcribe la cultura de Singapur. Ya se sabe, para occidente, son todos iguales, son asiáticos (sino vean su título original). No es la primera vez que Hollywood trae comedias centradas en un cultura que le es ajena. Pueden hacerlo a modo de burla odiosa como en "The Love Guru", o respetuoso y exitoso como en "Mi gran casamiento griego", o "The Big Sick".
De hecho, antes de ver la película, según la promoción, podemos pensar directamente en el film protagonizado por Nia Vardalos. Piensen casamiento, un(a) outsider, tradición cultural, familia sofocante. Los elementos son los mismos. Pero no, Locamente millonarios, viaje un poquito más atrás que "Mi gran casamiento griego" (si bien alguna cosita hay), ¿Se acuerdan de la familia de Cameron Diaz en "La boda de mi mejor amigo" y ese festejo de varios días?
Tengan esa idea muy presente. Todo comienza tiempo atrás en Londres. Eleanor Young (Michelle Yeoh irreconocible sin su personalidad de “chica de acción”) llega a un hotel junto a su séquito, y tras ser despreciada por su etnia, se descubre como la esposa y mandamás de un magnate hotelero que acaba de comprar el lugar.
Ese es el primer paso con el que los Young llevan su legado por el mundo. Actualidad. Nick (Henry Golding), uno de los hijos de Eleanor, vive temporalmente en Nueva York para culminar sus estudios empresariales y regresar a su hogar en Singapur.
En el medio, Nick se enamora de Rachel (Constance Wu), profesora de tácticas de juegos y apuestas económicas, también de Singapur, pero proveniente de una familia “no tradicional”, o “no pura”, llámenlo como quieran. El romance se mantiene más o menos en secreto, hasta que un hermano de Nick anuncia su boda, y este decida viajar hasta su país con su pareja para presentarla en sociedad.
"Locamente millonarios" es una comedia de choque cultural. Si bien Rachel tiene a su familia, mejor dicho a su madre, que emigró de Singapur, nació en EE.UU., es hija de madre soltera que rompió la tradición, y tendrá mucho que aprender sobre cómo comportarse en la alta sociedad de ese país.
Como condimento extra, hay historias de trasfondo con los personajes, algunas más localistas, y otras universales. Como para descontracturar, y que no todo este centrado en la pareja central, una decisión muy inteligente para hacer ameno las casi dos horas de duración que pasan volando. Hay infidelidades, terceros en discordia, comic relief geniales (como la amiga de ella, el fiestero, la goldigger, y las hermanitas arpías), y satélites que quieren ver a Nick y Rachel separados.
Les dije, es La boda de mi mejor amigo. A diferencia del clásico con Julia Roberts, la clase alta de Singapur se expone ostentosa, muy ostentosa, estrafalaria, pero a modo de tradición, introduciéndonos en los diferentes escalafones aún dentro de la que podemos considerar clase alta. Rachel visita primero a una amiga de Singapur, y ya la vemos ostentosa… pero ellos en verdad son clase media, los Young son realmente ostentosos.
Claramente hay una sátira ante esa ostentación. Una sátira siempre respetuosa, más que una crítica, un modo de entender qué es lo que ocurre dentro de ese microcosmos. Cualquier tipo de mirada anti capitalista, socialista, o como quieran configurarla, no pertenece a esta propuesta de tono liviano, es lo que es.
El director de "Nada es lo que parece 2" y "G.I.Joe 2", copia directamente la fórmula de la comedia romántica noventosa. Alguien ahí ama a Julia Roberts, y hay homenajes a varias películas suyas.
Es en ese juego, que locamente millonarios sale ganando. El elenco completo se luce cada uno en su rol, la construcción de personajes es más que correcta. El ritmo es constante y variado como para siempre estar contando algo. Visualmente, la ostentación es un punto a favor, y hay escenas que hasta parecen oníricas de la belleza y precisión coreográfica que presentan (no todas tienen que ver con lo millonario, como el juego de Majohng).
Este tipo de propuestas tradicionales es lo que Hollywood mejor sabe hacer, y por eso, "Locamente millonarios" funciona como un violín, que no sorprende, pero entretiene y mucho.