Como planteaba hace apenas días gracias al estreno de Juliet, Naked, este 2018 ha visto la vuelta al éxito de la comedia romántica y Crazy Rich Asians es otro ejemplo más que ratifica la aseveración. Una adaptación de la novela best-seller de Kevin Kwan, la película llega en un tiempo en que la cuestión de la representación es una de las tantas en el foco de atención. No es ninguna novedad la falta de diversidad racial o sexual en el cine de Hollywood, o los estereotipos sobre los que se ha trabajado por años –ver “Indians on TV”, de la gran Master of None– con lo que se puso en marcha un proyecto que en forma directa aborda la carencia. Una banana, como dice uno de sus personajes: amarillo por afuera, blanco por dentro. Y funciona. Llevándonos a la actualidad de un territorio menos explorado, con la clásica fórmula del querido subgénero.