Loco corazón es una película que sin el trabajo de Jeff Bridges probablemente no hubiera recibido una distribución internacional.
Se trata de una producción independiente chiquita que narra una historia de redención y segundas oportunidades en la vida que vimos en más de una ocasión.
Sin ir más lejos, El luchador, con Mickey Rourke planteó una temática similar, sólo que en este caso se desarrolló en el mundo de la música country.
Bridges interpreta a un personaje claramente influenciado por Waylon Jennings (el creador del tema de los Duke de Hazzard), una leyenda de este género musical que tuvo en su vida problemas similares a los que enfrenta en la trama el personaje de Bad Blake.
Al margen del trabajo de Jeff, cuyo Oscar estuvo más que merecido, el trabajo de todos los actores hicieron posible que esta historia contada en otras oportunidades resultara atractiva.
Hay que destacar la participación de Colin Farell, quien hizo un trabajo más que digno como cantante country. La escena en la que interpreta una canción junto a Bridges es realmente muy buena. Yo por lo menos no lo tenía cantando y la verdad que lo hizo muy bien.
Los actores junto a la fabulosa banda de sonido producida por T Bone Burnett son lo mejor de este estreno, que pese no tener la misma pasión que Johnny y June (Joaquín Phoenix) que también estaba relacionada con el mismo ambiente musical, brinda un cuento ameno.