Cuando Cal se entera de que su esposa, Emily, lo ha engañado y le pide el divorcio, su vida “perfecta” se desmorona rápidamente. Ahora el desafortunado Cal pasa sus tardes libres solo y enfurruñado en el bar y ha tomado como compañero de penurias al buenmozo jugador treintañero Jacob Palmer. En un intento de ayudar a Cal a sobreponerse, Jacob, le abre los ojos a Cal para que vea las diferentes posibilidades que se abren frente a sus ojos.