En el año 97 un grupo integrado por empleados y ex empleados se llevó 17 millones de dólares de una empresa transportadora de caudales, Loomis Fargo. Fue uno de los robos más grandes de la historia. Y es el asunto que inspira esta comedia que tiene al talento deadpan Zach Galfianakis (¿Qué pasó ayer?) como protagonista junto a Kristen Wiig, Jason Sudeikis y Owen Wilson. O sea, un grupo de extraordinarios comediantes del cine estadounidense. Aquí Daniel (Galfianakis) es el empleado gris de la empresa, ingenuo y con pocas luces, al que convencen de poner el cuerpo en el robo utilizando como carnada su absurda pasión por una ex compañera (Wiig). La segunda parte estará ocupada por las estrategias para sacárselo de encima, mientras el hombre deambula por México, descomponiéndose con el picante y perseguido por un matón imposible. A pesar de su ramplonearía un poco border, de una realización no demasiado lucida, y de la catarata de chistes escatológicos, guarros, infantiles, que no siempre dan en el blanco, es el oficio y la gracia de sus intérpretes, en estos personajes en situaciones absurdas, lo que hace de Locos Dementes una comedia graciosa, divertida de veras.