Mucho ruido, muchas nueces
Si de público sincero se trata, sin duda esos son los chicos, quienes con su inocencia y frescura dicen las cosas sin pensarlo y eso se traduce al cine especialmente.
La trama es sencilla: Surly es una ardilla egoísta que sólo piensa cómo abastecer su estómago y no le importa quien se interponga en su camino, mientras que un grupo de animales que habita un parque se aliará con Surly a regañadientes para robar un gran depósito de nueces pero las cosas se complican cuando los animales se ven envueltos en un atraco de un banco.
No es imposible asociar esta película con la de Vecinos invasores, ya que posee algunas similudes entre los protagonistas desde los primeros avances. Sin embargo, poco a poco durante los casi 90 minutos que dura el film eso cambia para bien.
Pero si retrocedemos hacia 2005 donde este personaje fue concebido por su director Peter Lepeneotis, conocido más por sus trabajos como animador con memorables films como Casper, Toy Story 2 y Dinosaurio, su vasta experiencia se limita al universo de Surly y algunas animaciones.
Como se dijo anteriormente, el film apenas provoca una carcajada, se limita al humor basado en flatulencias, eructos y Slaptick. Sí, es de destacar la animación y el 3D, que son los verdaderos protagonistas de la película, aunque parece que vamos a tener más de Surly y compañía, ya que su director estrenará su secuela en 2016, esperemos que al menos corrija algunos temas de la historia y la haga menos previsible.
En resumen, gran estilo de animación, excelente banda de sonido (es recurrente el tema de Psy Gangnam Style donde incluye un baile con una versión animada, gran escena) pero una historia floja lamentablemente donde no brinda nada que no se haya visto antes.
Como dato curioso, no moverse de sus butacas porque la película sigue, no sólo tenemos escenas durante los créditos sino que al final nos da pie a dónde va a ir la secuela.