Logan

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Western futurista, y con mutantes
LA (QUIZÁ) ÚLTIMA PARTE DE LOS X MEN SUPERA EN CALIDAD A LA SECUELA ANTERIOR DE LA SERIE FANTÁSTICA - El personaje de Wolverine, interpretado una vez más por Hugh Jackman, encuentra una posible hija en este nuevo capítulo de la serie, y no faltan los habituales climas opresivos y los efectos especiales que caracterizaron a las partes precedentes.

Lo bueno de la saga de los "X Men" y sus derivaciones es que permiten ubicar la acción en cualquier tiempo y circunstancia. Y al director y coguionista James Mangold, el de "Copland" y la remake de "El tren de las 3 y 10 a Yuma", le va el western, por lo que esta (supuesta) última parte de la trilogía del mutante de garras afiladas Wolverine es un intenso western futurista, que funciona como una especie de "Pistoleros del atardecer".

Estamos en 2029 y el personaje que hizo famoso a Hugh Jackman sabe que el final se avecina, lo que no le impide cuidar de todo tipo de peligros, incluyendo por supuesto villanos malísimos, al venerable ex lider de los X Men, es decir Patrick Stewart, ahora convertido en un anciano cuyos poderes paranormales no funcionan tan bien como en aquellos gloriosos viejos tiempos. Del mismo modo, la capacidad de Wolverine de poder curarse a sí mismo está en baja, lo que determina claramente que el fin de los mutantes se acerca de forma inexorable.

Pero en medio de esta triste existencia, huyendo por la frontera mexicana, aparece una esperanza en la forma de una niña terrible, que no sólo se comporta mal, sino que también tiene el mismo tipo de garras afiladas de Wolverine, por lo que obviamente podría ser su hija. Llevar a esta nena de la frontera con México a la frontera canadiense se convierte en una misión tan imposible como lograr que la que tal vez sea la última mutante pueda interactuar con sus mayores.

El director logra un trabajo mejor que cuando se acercó a los mutantes en la anterior película, "Wolverine Inmortal" (2013), combinando climas opresivos y desoladores con temibles explosiones de violencia propias del género que homenajea, sin abusar de los momentos sensibles derivados de la reunión de estas tres generaciones diferentes de X Men, que la más chica conoce solamente por las historietas de Marvel, toque autorreferencial que permite diálogos interesantes. Por más que en este tipo de saga todo es posible, Hugh Jackman juega su composición del personaje como si fuera realmente su última vez, por lo que ningún fan de esta saga debería perderse esta película.