Buena comedia francesa al viejo estilo
Julie Delpy es una actriz de culto gracias a sus papeles en films como el policial "Killing Zoe", el drama de Kieslowski "Blanc" o la trilogía de "Antes del amanecer" que protagonizó junto con Ethan Hawke. Pero también es directora de una media docena de películas como "Verano del 79" o "Dos días en París", sólo para mencionar dos títulos que se vieron en nuestro país.
Con esta nueva "Lolo, el hijo de mi novia", la actriz, guionista y directora intenta cambiar su perfil "indie" para abocarse a una típica comedia francesa un poco al viejo estilo. Y la verdad es que no le sale mal, ya que el resultado es bastante divertido.
Delpy interpreta a una cuarentona un poco obsesiva y neurótica que en un spa conoce a un tipo que podría devolverle la pasión a su vida. Hay un solo inconveniente, su hijo adolescente y bastante freak, el Lolo del título, no se banca al nuevo hombre en la vida de su mamá. Y pronto queda claro que en realidad no se bancaría a ningún novio de su madre aun si fuera bueno como Gandhi con la pinta de Brad Pitt.
Más allá de que la premisa es bastante elemental y no depara demasiadas sorpresas, la historia está bien narrada y tiene dos o tres gags realmente eficaces. Por ejemplo, hay una gran variante de la típica escena "Querida, esto no es lo que parece, yo te voy a explicar" cuando la protagonista encuentra a su galán en una situación más que escabrosa.
Bien fotografiada por el talentoso Thierry Arbogast, "Lolo" está sólidamente actuada, empezando por el joven comediante Vincent Lacoste, que se luce como el hijo terrible. Es una comedia nada pretenciosa y bastante entretenida, que puede hacer pasar un buen rato.