Julie Delpy vuelve al rol de directora luego de Verano del `79 (Le Skylab, 2011) y La condesa (The Countess, 2009). Con Lolo: El hijo de mi novia (Lolo, 2016) elije poner en evidencia las reacciones que tiene un adolescente y posesivo cuando su madre le presenta a su nueva pareja.
Durante las vacaciones, Violette (Julie Delpy) conoce a Jean-René (Dany Boon). Lejos de ser un amor de verano, la relación se consolida rápidamente y él se muda por trabajo a París, ciudad en la que ella reside. Pero no todas son rosas: Lolo (Vincent Lacoste), el único hijo de Violette, se muestra contento con la llegada de Jean-René a la familia, pero en secreto comienza a desarrollar un plan con el fin de alejarlo.
Delpy consolida una divertida película sobre los lazos familiares y los sentimientos que pueden generarse, tanto positivos como negativos. Los celos de Lolo presentan matices que resultan inusuales, pero que tranquilamente pueden producirse, dado el lugar protagónico que ocupa en la vida de su madre. Y algunas situaciones disparatadas tienen un trasfondo basado en el miedo a crecer y a la soledad.
Además, la directora subraya aspectos difíciles al momento de entablar relaciones amorosas, en especial para una mujer divorciada de 45 años. Bromea un poco sobre la edad, aunque detrás del sarcasmo hay trazos de realidad.
Con química y buenas actuaciones, Boon, Delpy y Lacoste enriquecen la comedia. Y protagonizan numerosos momentos divertidos que son funcionales al relato.
Lolo: El hijo de mi novia presenta un tema con el que el espectador podrá identificarse, ya sea del lado de la madre o del hijo. Entretenimiento más que asegurado, con sello francés.