Lolo, el hijo de mi novia

Crítica de Matias Seoane - Alta Peli

Crítica realizada durante Les Avant Premières 2016.
Julie Delpy (Verano del 79)protagoniza y dirige Lolo, una comedia que rompe algunos lugares comunes del género romántico mostrando las dificultades que encuentran dos divorciados para armar una nueva pareja después de los cuarenta.
Hijo de un divorcio burgués

Violette es una distinguida diseñadora parisina que se dedica a montar eventos para los más importantes diseñadores y artistas, pero el éxito en su carrera profesional no ese repite en su vida personal. Divorciada y con varias relaciones catastróficamente fallidas, no tiene muchas expectativas cuando durante unas vacaciones se acerca a Jean-René, un técnico informático de provincia que, aunque brillante, está muy lejos de compartir el nivel de vida refinado al que ella está acostumbrada.

Contra todo pronóstico, en pocos días la aventura de verano prospera a pasos agigantados y tiene chances de consolidarse en una relación seria cuando dos semanas después él se muda a la capital para su nuevo trabajo. Ambos están ansiosos por el reencuentro, pero no contaban con que tendrían que lidiar con el veinteañero hijo de Violette que regresa a su departamento después de una pelea con su novia la misma noche que Jean-René llega a París.
Guerra Fría

Lolo es un artista plástico lo suficientemente talentoso como para poder conseguir exponer su obra a través de los contactos de Violette, pero a la vez es un niño consentido, egocéntrico y superficial que no está dispuesto a ceder ni un milímetro del lugar que ocupa en la vida de su madre, mucho menos en manos de un rústico provinciano incapaz de combinar un saco con una corbata y portador de un optimismo inocente que es motivo continuo para la burla disimulada aunque cruel de parte del joven. Pero Lolo también es lo suficientemente astuto como para saber que su competencia con el nuevo pretendiente no puede ser abierta sino que debe recurrir a la sutileza para hacer aflorar los conflictos latentes que la incipiente relación aún no tuvo que enfrentar pero que esperan agazapados una oportunidad para atacar. Sin embargo, la misión se le tornará mas difícil de lo previsto y gradualmente necesitará recurrir a métodos más directos, llegando a explotar las obsesiones e inseguridades de su madre con tal que se convenza de que esa relación no tiene futuro.

El principal atractivo de esta película son sin duda sus diálogos y su capacidad de caminar por la frontera del absurdo sin meterse en ese campo tanto como para desdibujar el conjunto. Además del humor sarcástico que despliega el joven en cada frase, Violette y su mejor amiga tienen explícitas charlas sexuales en las que se burlan tanto de su propia imagen como de los hombres que conocen y objetualizan sin pudor en una situación que muy pocas veces el cine pone a la mujer. Acorde a su forma de ser, queda para Jean-René el humor más inocente y directo de la película, que a la vez sirve para poner en evidencia el snobismo de su nueva pareja y su entorno, algo que en el fondo es la verdadera grieta que los distancia y que necesitan adaptarse para reducir lo suficiente como para que no contrarreste todo lo bueno que tienen juntos.
Conclusión

Lolo entretiene de principio a fin, algo fundamental en cualquier comedia. Pero además se permite mostrar desde una posición crítica pero no solemne temas como las exigencias que recibe sobre su imagen una mujer de cuarenta y cinco años o la relación con un hijo al que no conoce tanto como cree por tenerle idealizado en el niño que alguna vez fue.