Londres bajo fuego es una continuación completamente superior al film que brindó el director Antoine Fuqua en el 2013.
A veces creo que la estupidez en algunos críticos de cine es un estigma crónico que se transmite con las distintas generaciones.
Se sientan a ver una propuesta de acción como esta y pretenden analizarla como si se tratara de un drama existencialista de Terrence Malick.
Esta es una película que no tuvo más pretensiones que brindar una historia entretenida de acción, donde el foco de la historia no pasa precisamente por desarrollar un thriller político que permita su debate en las universidades.
Recuerdo que cuando se estrenó Ataque a la Casa Blanca le di una calificación muy baja porque era un desastre la manera en que se habían arruinado las secuencias de acción con efectos digitales decadentes.
La continuación mejoró muchísimo en esos aspectos y el director iraní Babak Najafi trabajó la acción con el estilo de la vieja escuela.
Las secuencias de peleas son claras y se entiende bien lo que sucede frente a la pantalla, mientras que las persecuciones automovilísticas y los tiroteos estuvieron muy bien elaborados.
Hacia el final el director Najafi presenta un muy buen tiroteo filmado en un plano secuencia, es decir en una sola toma, que probablemente se destaca como el mejor momento de Londres bajo fuego.
En términos generales el trabajo del realizador iraní sobresale más cuando la acción es trabajada en menor escala (como las peleas y los tiroteos) que en las escenas más ambiciosas.
Cuando la película se propone ser más épica se notan más la falencia de los efectos digitales, como la escena donde los villanos derriban unos helicópteros que no quedó muy bien.
No obstante, el motivo por el que vale la pena ver esta película es la interpretación de Gerard Butler, quien tiene momentos desopilantes en el rol del guardaespaldas Mike Banning.
Banning es esa clase de héroes conservadores ochentosos a los que no les importa nada en la vida con tal de cumplir su objetivo. Personajes que hoy se convirtieron en figuras políticamente incorrectas dentro de este género.
Mike Banning tortura gente y mata villanos a sangre fría sin inmutarse. En este film Butler por momentos trae al recuerdo al desquiciado soldado Gunny Burns, interpretado por Fred Dryer en el clásico de 1987, La muerte antes que la deshonra, que tenía un perfil similar.
Una particularidad de Londres bajo fuego es que es una película que no se toma en serio a sí misma y presenta situaciones más graciosas que la entrega previa.
Si dejás pasar el ridículo concepto que el presidente de los Estados Unidos y su guardaespaldas corren solos por las calles de Londres mientra un grupo de terroristas tratan de matarlos, la película brinda un pasatiempo entretenido dentro de este género.