Futuro incierto
Looper-Asesinos del futuro (Looper, 2011) es una pretensiosa película de ciencia ficción que, tras un prometedor comienzo con mucha acción en un mundo futurista, se torna existencialista en su segunda mitad, sin llegar a balancear correctamente dichos cambios de tono. Sin embargo, y aunque Bruce Willis no sea el protagonista como anticipa el afiche, la película crece con su presencia en escena.
Joe (Joseph Gordon-Levitt) es un “looper”, un asesino a sueldo que mata personas enviadas del futuro en campo abierto y a quemarropa. El problema surge cuando la víctima es él mismo, interpretado por Bruce Willis. Le perdona la vida (o sé perdona la vida) y ahora deberá escapar porque su jefe capo mafia (Jeff Daniels) buscará eliminarlo.
Looper-Asesinos del futuro es una combinación de varios géneros en un futuro apocalíptico. La historia comienza con mucha acción, pero luego vira hacia lo existencialista, poniéndose pretensiosa innecesariamente. El film se torna un melodrama con la aparición del personaje de Emily Blunt y su hijo en la ficción, provocando una caída del ritmo del relato involuntariamente. Hay que reconocer que la película no cuadra dentro de los parámetros hollywoodenses, algo que pareciera ser una buena noticia para las convencionales historias saturadas de efectos especiales.
El film dirigido por Rian Johnson se para en la otra vereda pero con un inconveniente que es también su comodín: Bruce Willis. El actor de Duro de matar (Die Hard, 1988) aparece en escena y le otorga frescura a la densidad del relato, pero a la vez su personaje dista del que nos tiene acostumbrados. Quien vea un afiche con Bruce Willis empuñando un arma y entre al cine, saldrá decepcionado.
Ahora, quien busque una historia seria, con vueltas de tuerca y un futuro oscuro pero posible, saldrá mas satisfecho. El relato no es del todo original, pues recurre ha varias ideas de clásicos de la ciencia ficción, pero en la piel de un Joseph Gordon-Levitt (50/50) en ascenso, tiene aires de novedoso y hasta resulta atractivo.