Looper, asesinos del futuro acorralados por su pasado
Las películas que han empleado los viajes en el tiempo han agotado los clichés en vez de repensar las implicaciones de su paradoja que construyan a un mejor film. El concepto del viaje en el tiempo pertenece a la fantasía y como tal, está sujeto a las reglas impuestas por el escritor y de ellas depende que tan cerrada y buena sea la trama. Looper podrá no ser una película perfecta, pero sus implicaciones del viaje en el tiempo entre otras cuestiones, la convierten en un de los mejores films de ciencia ficción del 2012 y hasta uno de culto para el género.
Looper se conforma por una complejidad narrativa poco vista en el cine y un estilo visual clásico de los films noir. Su director y escritor Rian Johnson, quien tiene dos películas indies subestimadas (Brick y The Broothers Bloom), refresca el género, reciclando elementos y detalles de algunas de las películas más famosas de sci-fi, como Terminator, Blade Runner y Viaje al Futuro.
Protagonizada por Joseph Gordon-Levitt, quien interpreta a Joe, un asesino especializado, bien remunerado por un oscuro sindicato del crimen, que envía a la gente que quiere muerta 30 años en al pasado, donde los Loopers los esperan para asesinarlos sin dejar rastro.
La complicación en la trama se desarrolla cuando en el presente (2044), donde los viajes del tiempo todavía no han sido inventado, un nuevo jefe del futuro (2074) comienza a cerrar ciclos, lo que significa que los Loopers asesinan a una versión 30 años más vieja de ellos mismos, sin darse cuenta hasta que el hecho ha sido perpetrado.
La versión más vieja de Joseph Gordon-Levitt es Bruce Willis, quien escapa de ser asesinado por su versión más joven para poder cambiar el futuro, en donde encontró una razón para vivir: el amor de una mujer. Willis mientras escapa de su antiguo jefe Abe, un vil Jeff Daniel (The Newsroom)y de su versión más joven, planea buscar y matar a su futuro jefe, que en el presente 2044, sería solo un niño.
Aunque la interpretación de los viajes en el tiempo de Johnson no es más realista comparada con todo la que ya hemos visto, se siente de esa manera a causa de la tardía aparición en la trama y la omisión de explicar cómo se dan. Es que Looper utiliza como historia de fondo los viajes, de forma suficientemente detallada para una sensación de verosimilitud, sin la necesidad de empantanarse en la minucia de los detalles.
Ir más allá para explicar porque Looper es una película muy bien lograda por donde se la mire, es indagar en exceso detalles que revelarían los giros de la trama. Esta no sería bien solventada de no ser por la construcción de sus principales personajes y quienes los interpretan (Willis, Gordon-Levitt, Emily Blunt, Paul Dano, Jeff Daniels). Una mención especial para Pierce Gagnon, un nene que nos da una de las mejores actuaciones que se ha visto en este año y que a más de uno dejará con la boca abierta.
El minucioso estudio de Bruce Willis por Gordon-Levitt para interpretar a una versión joven del calvo es escalofriantemente asombroso e incomodo, al punto de que nos distrae de la trama para poder contemplar su trabajo de caracterización tan bien detallada. Gestos, frunces, carraspeos, entonaciones, no hay nada que a Levitt se le pase por alto para ser un reflejo fiel de Willis.
Looper cuenta con personajes bien desarrollados y contundentes, que se mueven en una sociedad que recuerda a los cuentos de Philip K. Dick, con una ambigüedad moral discutible. El film es intelectualmente satisfactorio, de gran alcance emocional y con un final que no defrauda. Es una historia convincente, de la mejor manera imaginable, haciendo de Looper, sin duda, uno de los mejores films del año, que algunos pocos podrán ser capaces de apreciar.