Los 33

Crítica de Jorge Marchisio - Loco x el Cine

Mario trabaja en la empresa minera San José, que está explotando una excavación en Copiapó, cerca del desierto de Atacama. Lo que parece un día más de duro trabajo, termina en una odisea cuando la mina colapsa y deja atrapados a treinta y tres obreros a mas de quinientos metros bajo tierra. Ahora quedará en las autoridades del gobierno rescatar a los mineros, mientras estos luchan por subsistir con los escasos recursos que tienen.

Estamos ante la adaptación norteamericana del libro escrito por el guatemalteco Héctor Tobar, quien hizo una investigación de tres años y se entrevistó con varios de los involucrados en este incidente ultra conocido por todos. Sinceramente no leí el libro, pero quiero creer que el film que tenemos en frente lo adaptó mal, porque sino no se entiende como llegó a ser best seller.

Los 33

El error garrafal que tiene esta película es el elenco armado para llevar la historia de Los 33 a la gran pantalla. Con repasar un par de nombres, veremos una mezcla bastante incoherente de actores españoles, norteamericanos, un brasilero e incluso UNA FRANCESA; en lugar de usar intérpretes chilenos, o al menos de Sudamérica.

Y digo que esto tira la película totalmente abajo porque cuesta compenetrarse en una historia (que además ya conocemos) cuando por un lado tenemos a Antonio Banderas intentando hablar en inglés medio latino sabiendo pronunciar bien las palabras en castellano; pero a la vez actores de la trayectoria de Bob Gunton hablando en “espanglish” y no pudiendo pronunciar palabras en castellano debido a su poco léxico en español.

De todas formas, si uno hace el esfuerzo de dejar estos desfases de lado, a nivel actoral se puede rescatar a algunos intérpretes, caso la siempre rendidora Juliette Binoche (aunque la ropa que usa durante gran parte del metraje no la ayuda) y a Lou Diamond Phillips como el capataz Lucho.

Pero la película no sólo no se sostiene por la desafortunada e inverosímil selección para el elenco principal, sino que también la trama en sí tampoco engancha. Obviamente veremos lugares comunes, escenas que rozan el golpe bajo para conmover al espectador, el político honesto que quiere hacer las cosas bien, el que es medio “chantún” y se quiere sacar el problema de encima o se colgará del rescate atribuyéndoselo como una victoria personal. Y todo esto lo veremos en la superficie, sacándoles tiempo a los verdaderos protagonistas de la película, que obviamente son Los 33.

Pero cuando la acción pasa a los mineros, la cosa tampoco cambia demasiado. Temas que seguramente tocaron estando literalmente enterrados vivos, como ser el canibalismo o el egoísmo personal antes del bienestar grupal; y que acá son tocados muy por encima, con nada más que una línea de diálogo y ya, desperdiciando situaciones que realmente podrían haber mostrado el heroísmo de alguno de los involucrados, pero que todo se limita en un “fan service” para el personaje de Antonio Banderas.
Los 33

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Los 33 seguramente funcione en Estados Unidos y el mercado fuera de Latinoamérica, en especial por el reparto plagado de caras conocidas que tiene y porque la historia no les fue tan cercana en el momento que ocurrió (recordemos que sólo pasaron cinco años).

Pero para los espectadores provenientes de países limítrofes a Chile, la película estoy casi seguro que no generará demasiado interés. Ya sea por la cercanía en el tiempo o porque vivimos el día a día (quien les escribe es de Argentina) con las noticias de los mineros, o simplemente porque nos es irreal ver a una francesa hablando forzado el acento como latinoamericana. Los 33 debería pasar sin pena ni gloria por los cines, porque poco tiene para ofrecer.