No tan fantásticos
Resetear y barajar de nuevo. Sumar talento desde lo actoral para ver si con buenas actuaciones se logra despertar el interés en una historia que no logró aún su trasposición correcta. La industria intenta recomponer algunas sagas de esta manera, y Los 4 fantásticos (Fant4stic, 2015) de Josh Trank, no escapa a una lógica que en vez de fortalecer a un producto lo termina resintiendo y debilitando, con una ambición que no termina de cuajar del todo.
Si en las anteriores adaptaciones del comic creado por Stan Lee y Jack Kirby lo desacertado fue el tono, casi irrisorio, en esta ocasión el error principal es dotar de un aura pesada a una de las historias más coloridas, dinámicas y con un timming preciso que el noveno arte supo dar.
El guión de Simon Kinberg y Jeremy Slater se ubica en el momento en que el ensamble de héroes aún no se conocía, y excepto Reed (Miles Teller) y Ben (Jamie Bell), los cuatro del título se conocerán cuando el Dr. Storm (Reg E. Cathey) decida que lo mejor que le puede pasar a un proyecto en el que trabaja sobre tele trasportación a un universo alterno es la incorporación de “carne nueva” con ideas nuevas para que puedan sacarlo adelante. Así es como Reed, con toda su impronta de científico enérgico, llegará con sus ideas sobre transportación de materia (en las que viene trabajando desde pequeño) aunando esfuerzos con Victor Doom (Victor Kebbel) y la joven hija de Storm, Sue (Kate Mara).
Cuando el mecanismo está listo para ser utilizado, serán los propios jóvenes los que se subirán al sistema que los llevará a un destino incierto. Y justamente en ese viaje al planeta zero, es en donde por una intensa radiación, el grupo verá como sus cuerpos son modificados, y ante los intentos de las fuerzas militares por controlarlos, Reed decidirá escapar y mantenerse clandestinamente en el anonimato, mientras sus compañeros, se prestarán a un entrenamiento que los colocará a la vanguardia de las armas y equipos militares.
Entre la linealidad de la historia, y la oscuridad de varias escenas, se relata este periplo espacial y la nueva identidad corporal que asumen los héroes, con una trama vacía que tampoco decide apoyarse en efectos especiales novedosos y contundentes, en una película que termina convirtiéndose en una sucesión de imágenes que no despiertan más que hastío y aburrimiento. El principal error de Los 4 fantásticos es asumirse pretenciosa y bucear nuevamente en los orígenes previos a la conformación del equipo, porque ahí en donde este film se asume épico y termina convirtiéndose en la copia mala de aquellas dos adaptaciones previas que, por irrisorias, tampoco terminaron por convencer a los fanáticos y al público en general.
A seguir esperando la trasposición que logre captar el aura y espíritu de unos héroes para nada convencionales y que marcaron a fuego la infancia.