Los 4 fantásticos ya cuentan con dos intentos de llevarlos al cine. La primera, en los 90, desconocida, mientras que la segunda, la conocemos todos, con un reparto encabezado por Jessica Alba y Chris Evans (hoy mejor conocido como el Capitán América), en donde predominaba el humor y donde Doom fue reducido a un simple personaje que controlaba la electricidad (y se quejaban de Electro...). Posteriormente, la secuela con el Silver Surfer prometía, hasta que decidieron convertir a Galactus, uno de los villanos más tenebrosos de Marvel, en una simple nube de polvo. Por eso, debido a las malas críticas, decidieron hacer un reboot de la mano de Josh Trank, director novato, cuyo único éxito, Chronicles, trata sobre unos jóvenes que adquieren poderes y aprenden a usarlos mientras se graban a sí mismos. Por ello, muchos decidimos darle la oportunidad.
Si están al tanto de lo que sucede en la internet, sabrán que el mismo Trank fue quien armó revuelo al decir, después de conocer el histórico 9% de aceptación en Rotten Tomatoes (el más bajo para una película de héroes), que el estudio arruinó la "fantástica visión" que había tenido de estos héroes. Sin embargo, y es una crítica generalizada, aunque el film dista mucho de ser lo excelente que nos prometieron, tampoco es lo peor. Acá entra lo mucho o poco que crean en conspiraciones para explicar que Disney, actual dueño de Marvel, haya iniciado una campaña de desprestigio para recuperar los derechos de este equipo, no por nada incluso en los cómics también fue cancelada su serie.
Y no, no es tan mala la película. Sin embargo, reconocemos que, efectivamente, el proceso de edición se cargó a la película. Todo empieza bien, como una historia de orígenes: tenemos el proceso de crecimiento de Reed y Ben, la aceptación de Sue y su relación con un carismático Johnny. No importa su edad, apariencia, raza y todos los estereotipos que en un principio parecían negativos. Creen en lo que hacen, saben actuar y les creemos. De igual manera, Víctor inspira respeto y temor, aunque después las motivaciones se pierden un poco. Y cuando consiguen sus poderes, es cuando todo empieza a desmoronarse: efectos muy malos, peleas internas poco creíbles, el típico sacrificio para "unirlos como equipo" que se ve venir desde que comienza el filme, y la batalla fina, que es una auténtica burla.
Cuando aparece Víctor y escapa, parece que por fin estamos ante el verdadero Doom. En despliegue de poderes, en actuación, personalidad y deseos de matar, estamos muy bien. Pero posteriormente, una batalla ridículamente corta -un golpe de cada quién y se acabó- y oscura, en donde se nota toda la edición tan mala que hicieron y el por qué decidieron casi de último minuto no convertirla al 3D tira abajo lo que parecía algo no tan malo. Y si son un poco curiosos, también se darán cuenta que
muchas de las escenas de los avances ni siquiera llegaron al corte final. Entonces, si las quejas del universo Marvel de muchos directores giran en torno a la poca libertad que les otorgan con tal de que encajen en la historia que han construido, ¿cómo se le puede llamar a lo que hace Fox para mantener los derechos de sus personajes y al no respetar la visión de un director a quien se supone contrataron por sus ideas frescas?