Venganza, nieve, sangre
Sobran palabras y sangre en esta historia ambientada en el siglo XIX que dialoga sobre la colonización, la Guerra Civil, el racismo, la justicia. Un Tarantino más conversador que nunca encierra a sus personajes en una trama que combina suspenso (poco) y exageraciones varias. La puesta tiene un aire de suficiencia que molesta. La mezcla de extravagancia y aciertos son marcas de fábrica de un realizador que parece ya haber dicho todo. Es larga, se nota, y los trucos del Tarantino quedan al descubierto más de una vez, aunque siempre deslumbra su capacidad para generar esos diálogos eternos que hacen crecer la historia, el clima y sus personajes. Es Tarantino y es otra violenta indagación sobre la venganza.