Aerolíneas Pedrito
La polémica comedia del director español Pedro Almodóvar llega a nuestro país con una desprejuiciada y liviana historia que refleja la situación de los españoles por estos días. "Los amantes pasajeros" no causó polémica por el tono de su propuesta, sino porque muchos críticos consideraron que fue demasiada superficial, chata y con poca sustancia. En lo personal creo que es una exageración tildarla como una de las peores comedias de Pedro. Si bien es verdad que no es la mejor y que le imprimió un tono más coral, la película cumple con creces su objetivo y mantiene divertido e involucrado al espectador con el universo Almodóvar. Tiene su sello, es inconfundible, aborda los problemas sociales de la España actual a través de un grupo de bizarros personajes que exploran su sexualidad y te hacen reír desde el minuto uno. Una ex estrella erótica, un empresario corrupto, una virgen de más de 40 años, un mexicano misterioso, un galán de la televisión, una pareja de recién casados, dos pilotos de lo más irresponsables y tres azafatos fabulosos que te hacen soltar carcajadas a lo loco. Se debe dejar en claro que el producto es bien Almodóvar, con diálogos sexuales desprejuiciados, sexo, drogas, mucho kitsch y hasta un número musical, por lo que si nunca has simpatizado con sus trabajos anteriores probablemente tampoco simpatices con este. Para los que sí gustan de las ocurrencias de Pedro, se encontrarán con un producto mucho más light que sus anteriores, pero no por eso es malo. El guión no tiene la creatividad de "La piel que habito", ni la histeria de "Mujeres al borde de una ataque de nervios", pero aborda de cierta manera temas serios como la crisis económica española y las posturas de los distintos estratos ante esta, obviamente con su mirada retorcida y artística.
Lo mejor de la propuesta son sus tres protagonistas, Javier Cámara, Raúl Arévalo y Carlos Areces, los azafatos desfachatados pero de buen corazón de la aerolínea Península. Ante una posible explosión del avión donde viajan decenas de pasajeros, deciden drogar a toda la clase turista para que no se alarmen y ofrecen entretenimiento a la clase business preparándoles un número musical, tragos típicos españoles mezclados con mescalina y hasta consejos de vida. Cuando el alcohol y las drogas hacen efecto se desata una seguidilla de situaciones absolutamente ridículas pero divertidísimas que incluyen sexo, llamadas telefónicas incómodas, sinceramientos emocionales y anécdotas de vida.
Lo más flojo es la trascendencia del guión que es efímero y liviano, con algunas escenas irrelevantes que se nota fueron incluidas por puro capricho de Pedrito. En esta ocasión se enfocó más en ser gracioso y bizarro que en ofrecer una historia relevante, pero repito, no por eso pierde su encanto y deja de ser una buena comedia para disfrutar y desenchufarse de la realidad para viajar por el espacio Almodóvar.