La danza de las hormonas
Los amores de Charlotte, la película canadiense con guion de Catherine Léger y dirección de Sophie Loren, puede ser una buena muestra en tono artística, más “estéticamente presentable” por estar registrada en B&N, pero no halla el tono divertido que pretende y persigue en gran parte de su duración y la teórica y pretendida frescura juvenil no aporta la candidez natural para una película que procura emocionar desde la inocencia y la ternura de la historia de estas tres amigas que están entrando a descubrir el mundo del amor, sus dolores… y luego solamente el mundo.
En términos realizativos y de creatividad, tiene algunos puntos bastante más decentes que la media, y algunos toques de “magia simbólica”, pero creo que al final termina exagerando un poco esa idea que parece determinante a la hora de calificar una película que va llevando a sus personajes en una vía inexacta, y a la vez confusa y por momentos ligeramente tediosa, sin que la comedia sutil tenga real consistencia.
Al menos puede servir a modo de ligera guía sobre el comportamiento adolescente y el modo posmoderno de construcción de vínculos para quienes transiten esa etapa…y eventualmente para sus padres también. Aunque imagino que la idea al platear la propuesta de la película no fue esa.
A mi ver le falta emocionalidad más real, menos construcción ligeramente falta de sustancia (con intentos de épica buscada a través de la inclusos de fragmentos interpretativos de ópera) que aporte al universo de las protagonistas una idea más sostenible de la travesía que vivencian juntas.
Los amores de Charlotte es un intento confuso e inexacto de comedia juvenil y humana que no termina nunca de cuajar del todo.