Bajo las alcantarillas
De los creadores de Coraline y la puerta secreta llega esta aventura realizada con la técnica de cuadro por cuadro y con una inspirada mirada sobre los temores que dominan a los habitantes de Puentequeso.
Los realizadores Graham Annable y Antthony Stacchi muestran a una ciudad amenazada por extrañas y misteriosas criaturas conocidas como Boxtrolls, que se esconden bajo las alcantarillas. Cuando cae la noche, salen a la superficie y Eggs, un niño criado por ellos, intentará volver a vivir en el mundo civilizado no sin encontrar varios problemas.
Los Boxtrolls tarda en alcanzar ritmo y un tono adecuado, y cuando lo hace cautiva a un público más adulto que infantil a través de una historia que pone en permanente choque dos mundos antagónicos. El ansiado universo de la degustación de quesos, un gobernador millonario y su hija solitaria y un niño desaparecido hace tiempo, desfilan en la pantalla mientras Hurtado (lejos el mejor personaje) se transforma en un despiadado cazador de los Boxtrolls.
Una atmósfera pesadillesca deja lugar a una serie de divertidos sucesos, malosentendidos y reencuentros para demostrar -al mejor estilo Monsters Inc.- que las apariencias engañan.
El trabajo artesanal que requiere el stop motion se percibe en el movimiento frenético de los personajes, y también colaboran la dirección de arte (el mundo subterráneo) y los climas que se generan a lo largo de la película. Despues de los créditos, hay una escena sorpresa que amerita quedarse unos minutos más en la sala.