Hablar de animación cuadro a cuadro o “stop-motion” es un poco inexacto porque toda la animación se hace fotograma a fotograma. Pero el término se aplica a la que se realiza con muñecos u objetos. Y es importante en este caso que los objetos infundan algo en los personajes. “Los Boxtrolls” es la historia de unos seres que llevan cajas de cartón como parte del cuerpo y viven debajo de la sociedad humana, que los teme –los acusa de raptar niños, algo falso–.
El film es algo así como un cuento de hadas animado con una trama dickensiana (niño huérfano criado por Boxtrolls, hombre inescrupuloso que quiere acumular poder por vías nefastas, un paisaje bello en diseño y glauco en espíritu) donde todo el diseño tiene un sentido, genera una emoción genuina. Mucho más creativo que la mayoría de la animación estrenada este año (está a la altura de “La gran aventura Lego”, por ejemplo). Belleza total.