Los Boxtrolls es la nueva apuesta de los estudios responsables de la maravillosa Coraline y la mediana Paranorman. En un mundo en el que Dreamworks y Disney dominan la animación, es agradable encontrar apuestas refrescantes que sean amigables y bien contadas.
Desafortunadamente, este no es el caso de The Boxtrolls. Huevo es un niño que creció al lado de los seres extraños que viven en las alcantarillas vestidos con cajas de cartón. Toda la gente los odia y les teme, debido a que los consideran sangrientos y malos, aunado a los rumores que un hombre ha propagado en su afán de conseguir poder, simbolizado con un sombrero blanco.
Entendemos que, al ser películas animadas y dirigidas a los pequeños, muchas situaciones sean irónicas. Sin embargo, los estudios olvidan que somos los padres quienes pagamos el boleto para el cine y buscamos productos de calidad para nuestros pequeños, pues el cine es lo suficientemente caro para llevar a la familia a ver productos olvidables. The Boxtrolls carece de personajes entrañables, y le sobra mucho de lo tétrico. Es cierto que sus trabajos anteriores, Coraline y Paranorman estaban inundados de elementos paranormales, tétricos y de miedo, pero funcionaban la mayoría de las veces. Acá no, puesto que ni los pequeños seres en cajas inspiran confianza y mucho menos risas. Parece más una película pensada para el mundo adulto al incluir temas como genocidios, miedo a lo desconocido y hasta ansias de poder, sin una lección clara para los pequeños.
The Boxtrolls es, en definitiva, una alternativa muy pobre en animación.