Hay desigualdad en esta página. Desigualdad y un vil aprovechamiento de los viajes por parte de algún colega, quien seguramente vio los estrenos de esta semana y se fugó a miles de kilómetros para evitar tener que sentarse a escribir sobre algunos de ellos. Esto es cobardía pura. Voy a hacer la estadística para ver la calidad de calificaciones del año a ver a quién le tocó ver mejor cine y escribir un comentario.
Cuando nada podía empeorar el hecho de haber visto en la misma semana “Márama-Rombai: el viaje” y “Mi papá es un gato” llegó a nuestros ojos “Mike Dave: los busca novias”.
El horror no se hace esperar ni un segundo aquí. Ya los primeros diálogos dan cuenta del nivel intelectual con el cual los guionistas Andrew Jay Cohen y Brendan O'Brien han decidido vapulear los oídos.
Al comienzo de la película conocemos a Mike (Adam Devine) y Dave (Zac Efron). Hermanos ellos, de pocas luces pero con una facha impresionante de testosterona heterosexual, apoyada en ese tipo de tomas a lo “Top Gun” (Tony Scott, 1986). A estos dos los espera el casamiento de su hermana en Hawai, para el cual se les solicita que vayan acompañados de buena gente. Como ambos hacen de idiotas acá, deciden publicar un aviso para conseguir las mejores candidatas. Van 15 minutos.
A partir de ahí se termina el guión y lo que sigue es una seguidilla de situaciones forzadas, estupideces, y verdadero empeño en contar malos chistes: algunos racistas y otros de mentalidad precámbrica respecto de la mujer, el lugar que ocupa y lo que representa para la sociedad y para el hombre.
Las dos elegidas por éste par de imbéciles (como personajes también dejan sentado claramente el prototipo anquilosado, esquemático y ridículo de lo que debería ser el heterosexual en este siglo) son Alice (Anna Kendrick) y Tatiana (Aubrey Plaza). Dos actrices que aún dentro de este tipo de registro, ofrecen de los peores trabajos femeninos vistos en el año.
No es necesario ahondar en los detalles de por qué Mike y Dave son “victimas” de estas dos chicas porque, como ya dijimos, son idiotas. Si la dirección de Jake Szymanski podía ser peor, preste atención, si tiene la desgracia de entrar al cine a ver esto, al montaje del “reviente” o a los primeros diálogos que tienen cuando las parejas se conocen por primera vez.
Lejos de lo peor de la comedia americana sin contenido, vacía, sin alma, y apuntada a un público al que se lo subestima desde el primer fotograma, y desde el primer gag, especulando que con un par de torpezas, puteadas o tetas, alcanza para sacarle una carcajada al público.
Permiso, voy a revisar las estadísticas y elevar una queja formal al editor.