El pistoletazo de largada de Mike and Dave Need Wedding Dates lo da el anuncio real de dos hermanos fiesteros, que publicitan en el infame sitio Craigslist una cita doble para asistir al casamiento de su hermana Jeanie y no hacer pasar vergüenza a toda la familia. Es una idea algo fresca y, por sobre todo, apunta a ser entretenida. Y durante gran parte de su trama lo es, pero lejos está de ser una luminaria dentro de la Nueva Comedia Americana. Es ligera y terriblemente pasatista, con algunas situaciones muy inspiradas y otras que dejan que desear.
Zac Efron y Adam DeVine, como los hermanos que son el alma de todas las fiestas familiares, hacen un gran dúo con mucha química entre sí, pero están a punto de conocer a feroces enemigos en la piel de las amigas desempleadas de Anna Kendrick y Aubrey Plaza. El cuarteto es imparable y es el núcleo central de la propuesta, que no tendrá el mejor guión del mundo ni sus valores en claro, pero para pasar el rato no hay mejor desmadre que el que crean cuando se reúnen. Efron sigue levantando apuestas en comedia como nadie, ansioso por borrarse la etiqueta Disney que siempre cargó en su espalda, mientras que a DeVine si se lo descuida se vuelve un Kevin Hart caucásico, con sus gritos y manierismos. Aubrey desde Parks and Recreation continúa su ascenso al estrellato con un sinfín de situaciones cómicas y una actitud temeraria frente al resto, mientras que Kendrick es la única que está a contramano de todos los papeles que le tocaron en suerte y a veces se siente descolocada del resto, pero es una luchadora nata frente al talento de otros comediantes.
Sí es una pena que el debut de Jake Szymanski como director traiga aparejado una historia que no tenga moraleja -no es que la necesite con urgencia- pero tampoco protagonistas del todo agradables. Cuando la comedia lo necesita, ahí están todos, pero cuando las aristas románticas empiezan a asomar y se adueñan de la trama, la cuota de humor comienza a descender y lo que empezó con un nivel alto de hilaridad termina tranquilo, para nada desbocado. No sirve tampoco si los homenajes son tan geniales como el de Jurassic Park o tristes como el de Wedding Crashers, una película que todas las comedias de enredos y bodas deberían evitar de acá a 30 años.
Mike and Dave Need Wedding Dates no pasará a la historia como una comedia para demayarse de risa, pero al menos es ligeramente superior al bodrio de Efron, Plaza y Robert DeNiro en Bad Grandpa. Tiene momentos geniales y otros no tanto, pero se deja disfrutar a pleno.