Animación en bronce
Luego de la repercusión local y exitosa de Dragon Ball Z: La batalla de los dioses, otro tanque nipón de la animación aterriza (sin incluir la olvidable Súper Once: El juego final) por estas tierras: Los caballeros del Zodíaco. Y toda su magia.
Basada en el manga y anime de Masami Kurumada, la historia de la película gira en torno a la protección de Athena (Saori Kido) la diosa griega de la sabiduría, la estrategia y la guerra. Bajo la custodia de los caballeros de bronce (entre los que se encuentra el protagonista Saint Seiya), el filme ocurre 16 años después del nacimiento de Athena, quien toma conciencia de su cosmo energía.
Los caballeros del Zodíaco siempre tuvo un carácter de culto, con una multiplicidad de personajes y un jugoso mundo de universos ficticios por retratar. Uno de esos desafíos para el director Kei'ichi Sato (Ashura, Kuroshitsuji) fue compilar La batalla de las Doce Casas, donde los caballeros de bronce deberán enfrentar a diversos santos de plata (como Tremy de Sagitario) u oro, caso Mu de Aries, o Saga de Géminis, etc. Por más que se saltearon varios caballeros, estuvo bien resuelta.
La película apunta al fanático, es de nicho, es muy difícil que aquel que ignore sobre el tema pueda comprender el filme. A esto hay que sumarle repentinos cambios de escenas y personajes, cortes abruptos (como si fuesen tandas publicitarias) y una jerga del manga no muy digerible. Complicado.El aspecto de la animación es bastante polémico: más cerca de la estética de una realidad gamer que la de una producción cinematográfica (un caso: el colosal paso por el inframundo dominado por Hades), o también la gestualidad de los personajes, que deja mucho que desear. Varios de los paisajes parecen fotografías ensambladas a un mundo de fantasía. Pero eso sí, la historia, el guión del filme, es compacto, sin fisuras, bastante fiel al original de Kurumada.
Las armaduras son otro fuerte: una excelente recreación digital que dejan ver las texturas y brillos que hacen a la contextura física de estos héroes y villanos. Y las cosmo energías, tanto de héroes como villanos, iluminan por doquier.
Leyenda del Santuario es un buen primer paso. ¿Seguirá?