Después de una década abocado a imprimir su particular estilo a producciones no originales, Guy Ritchie finalmente decidió volver a ese terreno que le hizo su nombre en primer lugar: el de los gángsters en Inglaterra. Ese molde que concibió para Lock, Stock and Two Smoking Barrels, perfeccionó para Snatch, trató de convertir en algo más y falló con Revolver y que abandonó después de RockNRolla, que no pudo dar pie a su anunciada secuela. Pero el británico regresó a sus raíces con The Gentlemen.