Como esos amigos que se reúnen todos los años a contar las mismas anécdotas, Guy Ritchie no logra encontrar nuevos aires para contar sus historias. Ni siquiera el gran elenco que reúne para esta historia de negocios sucios y traición logran remontar una propuesta que nada tiene ya de transgresora, y que en cada una de las “innovaciones” que propone hay mucho tufillo a ya visto y viejo.