Siete años después de la primera a entrega, llega la secuela de «Los Croods», una de las películas animadas de Dreamworks que si bien no se encuentra entre sus producciones más destacadas sí logra dar un entretenimiento digno para toda la familia con una animación más que sólida, un humor inteligente y un elenco envidiable que presta sus voces para la ocasión.
«The Croods» (2013) fue un film bastante amable que nos presentaba a una familia bastante excéntrica que debía sobrevivir en la prehistoria a un ambiente hostil lleno de desastres naturales y a depredadores temibles. Se hacía presente la alegoría de la caverna de Platón, cuando el padre de la familia le comentaba sobre los peligros externos a sus seres queridos, pero cuando finalmente se ven obligados a emigrar para poder subsistir, conocen un mundo vasto lleno de peligros y posibilidades por igual. Era difícil imaginar una secuela viendo cómo se desarrollaba la primera parte, y teniendo en cuenta que fue un éxito moderado en su estreno. No obstante, la aparente falta de ideas hizo que esta peculiar familia vuelva a las andadas con una historia bastante entretenida e igualmente inspirada que pese a no ser una obra maestra de la animación logra separarse de su predecesora y sostenerse por sí misma con un planteamiento maduro y una trama que atraerá tanto a grandes como a chicos.
El largometraje sigue a la familia del título y a Guy (Ryan Reynolds) que, tras los eventos de la primera historia, vuelven a verse obligados a partir en busca de un nuevo hogar más seguro y lejos de los peligros que habitan en el mundo prehistórico. Por otro lado, Guy y Eep (Emma Stone) comienzan a tener una relación más fuerte y desean formar su propio clan, cosa que a Grug (Nicholas Cage) no le gusta para nada. Cuando los Croods encuentran un idílico paraíso amurallado repleto de comodidades, comida por todos lados y un lugar aparentemente apacible para asentarse, descubren que hay otra familia que vive allí. La familia Betterman. Los Betterman aparentan ser individuos más evolucionados, con aptitudes más desarrolladas que los llevan a realizar elaboradas invenciones como una casa en un árbol, enormes huertos, y varias herramientas que los parece ubicar varios escalones por delante de los Croods en la escala evolutiva. Cuando los reciben como sus primeros invitados, no tardan en surgir tensiones entre nuestros queridos cavernícolas y sus nuevos y modernos semejantes. Cuando todo parece perdido, una nueva amenaza embarca a las dos familias en una aventura épica más allá de la seguridad de la muralla, que los obligará a aparcar sus diferencias, aunar fuerzas y luchar por un futuro juntos.
Si bien este encuentro de los Croods con unos seres más evolucionados capaces de realizar un gran número de variopintas invenciones nos recuerda un poco al estilo de los queridos personajes de Hannah Barbera, «Los Picapiedra» (1960 -1966), los protagonistas del film de Dreamworks siguen manteniendo su esencia por medio de una historia sencilla pero funcional, con unos personajes consolidados y una animación bastante estilizada, que mejora sustancialmente respecto a la primera parte. Al ya maravilloso elenco de la primera con Stone, Cage, Reynolds y Catherine Keener, se les suma los talentosísimos Peter Dinklage, Leslie Mann y Kelly Marie Tran.
Probablemente no tenga el nivel de detalle o de calidad narrativa de las producciones de Pixar o incluso de otras de la misma Dreamworks como «Shrek» o «How to Train your Dragon», pero esta secuela sigue manteniendo la magia de la primera aventura de los Croods y un puñado de buenas ideas que hacen crecer (evolucionar) a los personajes, logrando recapturar la emoción de la primera e incluso adicionando un gran timing para la comedia con las nuevas incorporaciones al elenco.
«Los Croods 2: Una Nueva Era» puede que no sea realmente novedosa y que apunte a un público más infanto-juvenil, pero sí logra ser tan encantadora y entretenida como la película original. Un film que dentro de la escasa oferta cinematográfica que tenemos actualmente vale la pena disfrutar en familia.