Producto sólido, entretenido, de contenido tan simple como contundente
Era dura y difícil la prueba para Dreamworks que este año arrancó con despidos por el fracaso de “El origen de los guardianes” (2012). Fracaso es una forma de decir, la película no perdió dinero, pero no colmó las expectativas. Por eso el estreno de “Los Croods” está teñido por algunos elementos externos, además es la primera vez que la productora de Steven Spielberg, Jeffrey Katzemberg y David Geffen aborda una producción animada con una familia como protagonista luego de éxitos de sagas como Shrek y Madagascar, entre otras.
¡Qué bien les salió!
Por sobre todas las cosas, “Los Croods” tiene un guión trabajado en función del mensaje que intenta transmitir. Chris Sanders y Kirk De Micco lo tenían muy claro y sobre eso hicieron girar la historia. Por ende, con mucho ingenio y astucia para construir situaciones derivadas en gags, entregan un producto sólido, entretenido y fundamentalmente de contenido tan simple como contundente.
Luego de una introducción de la hija adolescente que da paso a los títulos vemos que Grug (Humberto Solórzano, voz en el doblaje al español, y Nicholas Cage en inglés, subtitulado) es el padre de una familia de cavernícolas. Como líder tiene lemas y axiomas sobre los cuales pretende un funcionamiento sin sobresaltos:
• Todo cambio es malo.
• Lo nuevo es peligroso.
• Curiosear y salir al sol trae la muerte.
Sólo vale salir a cazar de día, como en esa primera escena en la que corren tras un huevo de ave mientras somos testigos del “nacimiento” del fútbol americano.
Es fácil entender por qué Eep (Eiza González voz en el doblaje, y Emma Stone en inglés, subtitulada) la hija mayor y adolescente, se ve atraída por hacer y demostrar exactamente lo contrario a las premisas paternas. Pero más allá de su impronta el disparador de todo lo venidero es el propio planeta Tierra, que por aquellas eras estaba acomodando su columna vertebral con terremotos, movimientos teutónicos y volcanes en erupción, todos eventos propulsores de un cambio en la naturaleza pero que también, al verse obligados a salir de la cueva destruida, reflejan para esta familia (sobre todo para el jefe) el cambio radical de sus paradigmas. Luego veremos cómo hacen pues a partir de esa ruptura deberán ir a algún lado.
Aquí es donde entra otro chico, Guy (Alfonso Herrera voz en el doblaje y en Ryan Reynolds en inglés, subtitulado). Los guionistas bifurcan el mundo adolescente que muestran. Por un lado el ímpetu, la fuerza y la reacción por impulso e instinto de Eep, por el otro, el temple, la calma, algo de desparpajo, los sueños y las metas alcanzables a partir del razonamiento de su partenaire, con quien por cierto comienza a descubrir el amor. Adicionalmente Guy representa las nuevas ideas y posturas frente a la vida. Toda una declaración de esperanza para las próximas generaciones, empezando por el objetivo principal del muchacho: salir al sol y buscar el mañana. Casi como si hubieran escuchado la genialidad que el Flaco Spinetta escribió en “Artaud” con eso de que “…nunca voy a decir que todo tiempo, por pasado, fue mejor. Mañana es mejor…”
“Los Croods” en nada se parecen a los antecedentes televisivos inmediatos que vienen a la mente. Ni a Los Picapiedras y su condescendencia con la era new wave de los ‘60’, ni a la crítica ácida a la sociedad media norteamericana propuesta por Matt Groening en Los Simpsons, o más acá en el tiempo, por Seth McFarlane en “Padre de Familia” (serie de televisión creada en 1999). Más bien es el retrato de una familia unida a pesar de sus diferencias y dispuesta a salir al cruce de las adversidades. Si no cambian, perecen.
Con todos estos elementos, más la fabulosa banda sonora de Alan Silvestri y el efecto 3D correctamente utilizado, “Los Croods” se convierte en uno de los estrenos del año que, por suerte, deja mucho más que un mero entretenimiento.