No está a la altura del hecho real que cuenta
Juan Baldana, autor de respetables documentales, vuelve a probarse en el cine ficcional de sus comienzos.Elude ahora la exacerbación de su opera prima "Los ángeles", y con pocos elementos consigue varias escenas dignas de elogio. Por ejemplo, describe el arresto de una mujer poniéndola al fondo, fuera de foco, mientras vemos sólo el rostro afligido de la protagonista oyendo los gritos. Otras escenas, en cambio, no logran la tensión esperada o ya nacen afectadas por los lugares comunes de cierta dramaturgia. Pero ésas son cuestiones de forma. Lo grave es no haberle sacado suficiente jugo a la historia real en que se basa la obra.
Esa historia es la de Remo Venica e Irmina Kleiner, un mecánico y una empleada de una cooperativa de seguros, miembros del Movimiento Rural de Acción Católica, e impulsores de las Ligas Agrarias en Saenz Peña, Chaco. En 1975 debieron huir de la Triple A refugiándose en el monte, y ahí se mantuvieron hasta 1979, a veces como matreros, a veces en algún rancho que los ocultaba aun a riesgo de sus habitantes. Así sembraron, recolectaron, cazaron (sin escopeta para no hacer ruido) y caminaron, con las fuerzas del orden pisándoles los talones. El último año caminaron de noche hasta Santa Fe, donde gente de la Iglesia les consiguió unos documentos para cruzar la frontera.
Lo más terrible fue separarse de una hija recién nacida, que los militares encontraron en casa de la partera. Por suerte se enteró el obispo y logró que la entreguen a sus abuelos. Al siguiente hijo lo tuvieron en el monte y lo llevaron con ellos. Hoy viven en Guadalupe Norte, al frente de una granja modelo biodinámica, llamada Naturaleza Viva. Su aventura de supervivencia, protegidos por la naturaleza y sus pobladores, han motivado una obra de teatro, una novela, "Monte madre", de Jorge Miceli, y ahora esta película. Que debió tener más hilación, más variedad de situaciones, más suspenso. Y, sobre todo, mejor exposición de la vida en el monte y de algunos conflictos sufridos por la pareja y la gente de las Ligas Agrarias, que se vio afectada por la infiltración de la guerrilla en sus filas. Tal como está, pareciera que la persecusión empezó recién con los militares y la pareja era de armas tomar.
Inverosímil, la escena donde el hombre interrumpe al cura en plena ceremonia de bautismo de su hijo, para ponerse a discutir de política. Buena sorpresa, el planteo de la hija recuperada, un asunto que merecía más detenimiento, o directamente otra pelicula (Julieta Cardinali interpreta a esa hija, y hay que esperar hasta los minutos casi finales para verla).