El Carnaval terminó.
La iglesia católica, desde su fundación, ha sido superviviente de escándalos y contradicciones. Desde sus concilios, la supresión ad profeso de varios de sus evangelios sobre la vida de Jesús, el ascenso del mismo de profeta a hijo de Dios, el oscurantismo –ese penosísimo retardo de centurias en donde nuestra civilización fue negada a la reflexión y las ciencias-, la inquisición, la imposición de la fe armada de la conquista, entre muchos otros.