Otro duelo de actores, esta vez en una ficción (el encuentro entre Jorge Bergoglio y Joseph Ratzinger es básicamente inventado) sobre algo real. Se verá en Netflix en dos semanas, pero visualmente se disfruta bastante en pantalla grande.
Lo demás es teatro: dos tipos distintos que se convencen de tener algo en común y se hacen amigos. Los flashbacks argentinos funcionan mejor si uno tiene alguna otra nacionalidad (pero Juan Minujín está muy bien). Continuará.