Los dos Papas es una película dirigida por el prestigioso director brasilero Fernando Meirelles, que trata sobre la relación entre Joseph Ratzinger (Benedicto XVI), interpretado por el ganador del Oscar Anthony Hopkins y Jorge Bergoglio (Francisco), a cargo de Jonathan Price, los dos últimos sumos pontífices de la Iglesia Católica. Y los acompaña un elenco formado por Juan Minujin, Luis Gneco, Germán de Silva y Cristina Banegas, entre otros.
Basado en un guion escrito por el tres veces nominado al Oscar Anthony McCarten, de larga trayectoria escribiendo biopics, la historia transcurre en diferentes épocas, pero tomando como eje principal una serie de días del 2012 en los que el entonces cardenal Jorge Bergoglio fue a visitar al entonces Papa Benedicto XVI. Allí conocemos la intimidad de los dos líderes religiosos atravesando una crisis existencial a partir de la cual tomaron decisiones que cambiaron el destino de la Iglesia Católica.
Lo primero que vale la pena destacar es la correcta elección tanto de Jonathan Price como de Anthony Hopkins para interpretar sus respectivos personajes. Porque más allá del innegable parecido físico, ambos actores copian los acentos y la forma de hablar de cada personaje. Y resulta sorprendente ver cómo el acento porteño del argentino Juan Minujin, que interpreta a un Jorge Bergoglio joven, es idéntico al del actor inglés que tuvo una experiencia fallida al interpretar a Juan Domingo Perón en Evita.
En segundo lugar hay que destacar el uso interesante de la fotografía, en la que el uruguayo César Charlone, colaborador habitual de su director, se permite intercalar material de archivo, imágenes en blanco y negro y cambiar el formato de la pantalla para diferenciar lo que ocurre en el pasado y el presente. A lo que hay que sumarle el fuerte contraste narrativo de las diferentes locaciones, que abarcan desde el lujoso Sant’Angelo o la Capilla Sixtina hasta las villas de la ciudad de Buenos Aires.
En conclusión, con Los dos Papas, Fernando Meirelles nos da a conocer el funcionamiento del Vaticano, como lo hizo Nanni Moretti en Habemus Papam, aunque a diferencia de este se basa en acontecimientos históricos contemporáneos. Y el resultado final es interesante, porque muestra el costado humano de los últimos dos Sumos Pontífices de la Iglesia Católica en el momento más trascendental de sus vidas, mostrándonos cuáles fueron las causas y consecuencias de las decisiones que tomaron.