Todo gira dentro del melodrama de dos hermanos que buscan otra vida (un futuro mejor) alejándose de su lugar de origen, su convivencia ya no es más como antes y más aún cuando ambos son cautivados por el amor de la misma mujer. Cuenta con una atractiva fotografía y escenografía. Luego todo va tomando otro rumbo: el alcohol, las drogas, la locura, la fe, lo espiritual y hasta llegar a la tragedia griega pero uno de los problemas fundamentales es que carece de un guión sólido y de actuaciones en el mismo sentido. Quien intenta ponerse la película al hombre es Florencia Otero pero no alcanza.