Típico film sobre lo atípico
En un suburbio apacible empiezan a pasar cosas raras, en una suerte de déjà vu extremo de otras películas. Y, sin embargo, al narrar tipo “palo y a la bolsa” ofrece algunos pequeños placeres.
Nada nuevo bajo el sol. Los elegidos es derivativa y previsible. Y sin embargo, la cosa funciona. Tal vez sea el encanto de este tipo de relatos –la película bien podría formar parte de una nueva temporada de La dimensión desconocida– o la avispada dosificación de información que va acercando a sus protagonistas a la terrible, horrorosa verdad. Lo cierto es que el nuevo largometraje del especialista en efectos digitales Scott Stewart (cuyos pergaminos como realizador incluyen las inolvidables, por lo mediocres, Priest-El vengador y Legión de ángeles) entrega un batido de ciencia ficción, terror y suspenso que no promete más de lo que está en condiciones de ofrecer. En uno de esos típicos suburbios apacibles, que parecen estar durmiendo una siesta eterna, una típica familia de clase media americana está atravesando algunos típicos altibajos económicos y familiares. Y, típicamente, algo atípico comienza a ocurrir: ruidos extraños, la alarma que suena en plena madrugada sin razón aparente, objetos que desaparecen y, la gota que rebasa el vaso, una bandada de pájaros haciéndose pelota contra las paredes y vidrios de la otrora pacífica casa.
A medida que los minutos de proyección avanzan, el espectador puede sufrir una suerte de déjà vu extremo, alternando recuerdos de films como Poltergeist, Encuentros cercanos del tercer tipo, Actividad paranormal, una pizca de Shyamalan y, claro está, Los pájaros, por nombrar sólo algunos títulos e “influencias”. Pero, al mismo tiempo, el énfasis sin distracciones en el desarrollo de los acontecimientos, sumado a su breve y conciso metraje, permite abandonarse sin vergüenzas a sus pequeños placeres. El reparto incluye a Keri Russell, como la madre que comienza a vislumbrar las posibilidades más ilógicas, y Josh Hamilton, que encarna al padre de familia que se resiste a creer en semejantes tonterías... hasta que no le queda otra opción. Cerca del final, el veterano actor de reparto J. K. Simmons hace las veces de ufólogo resignado, poco antes de que la película abandone la sugestión y los regulares golpes de efecto para entregarse al uso de los efectos especiales y la vuelta de tuerca final (que, afortunadamente, esta vez no resignifica absolutamente nada). Producida, entre otros, por los hermanos Weinstein, Los elegidos es heredera de cierto cine sci-fi a la vieja usanza: presupuesto reducido, moderadas pretensiones, palo y a la bolsa... pero a mucha honra.