El nombre de Scott Stewart no resuena bien en los oídos del género del terror y la ciencia ficción. Y es que el director americano tuvo dos tropiezos bastante grandes con sus más que irregulares Legion y Priest, ambas empujadas por la fuerza del actor protagónico Paul Bettanny. Su ambición hace que sus proyectos tengan una escala demasiado grande que se desmerece en proporción a su talento. Pero con Dark Skies finalmente se le dio la chance de darse a conocer un poco mejor, con un enfoque más ajustado y un presupuesto acotado que también hizo de gran salvavidas.
En este drama de terror sobrenatural, el eje familiar tiene mucho significado y es algo que la productora Blumhouse tiene en cuenta en sus historias, como en Paranormal Activity, Insidious y Sinister, entre otras. La acuciante situación económica de una familia americana típica se acopla a los problemas que parecen no tener respuesta plausible y las sospechas comienzan a crecer y minar las relaciones interpersonales, a la vez que los fenómenos comienzan a subir de nivel.
La clave para pasar un buen mal rato está en meterse de lleno en la historia y vivir junto a la familia, compuesta con buen tino por Keri Russell y Josh Hamilton, momentos que pueden llegar a erizar la piel. Sin embargo, no todos están bien orquestados y algunos oscilan entre lo escalofriante y lo cómico, lo cual lastima un poco la experiencia que se venía generando dentro de un ambiente sombrío, gracias a la ayuda también de la puntillosa banda sonora de Joseph Bishara. Un ritmo pausado y envolvente ayuda a que los préstamos que se concede Stewart no pesen tanto, aunque los ecos a clásicos del género son insoslayables. Quizás la resolución del conflicto en el tercer acto se vuelve apresurada y sin mayor respuesta además del secundario explicativo del somero especialista en la piel del siempre genial J.K. Simmons, pero es de agradecer que el film tenga un cierre adecuado, sin la promesa infundada de una secuela, algo que es una costumbre del director.
Mientras que uno no espere una revolución del horror y mantenga sus expectativas al tanto, Dark Skies cumple lo que promete: una buena historia, algunos sustos bien logrados, buena química en su elenco y no muchas pretensiones.