Una familia contra fuerzas oscuras
Los elegidos (Dark Skies en el original) cuenta una de esas conocidas y repetidas historias del cine fantástico. Una familia feliz vive en los suburbios. Un matrimonio con dos hijos que empieza a percibir, poco a poco, que algo raro ocurre a su alrededor. ¿Qué tan rápido debería reaccionar una persona frente a hechos insólitos y sin explicación? La película avanza y la inquietud también.
La amenaza parece centrarse en la figura del niño más pequeño. Este elemento sin duda angustia aun más al espectador, lo vuelve vulnerable, y eso permite que cuando se comience a saber qué pasa realmente, el espectador esté abrumado y listo para aceptar cualquier cosa. La clave de un film como este –del cual no develaremos nada de su trama- consiste en la manera en la cual la película posterga el mostrar su juego y a la vez mantiene al espectador interesado y atento. Y Los elegidos consigue que eso ocurra, sin duda. También la película se sirve de la combinación entre el terror y el drama, lo que aumenta el compromiso del espectador. Y lo que verdaderamente hace la diferencia es que la suma de todos los elementos mencionados produce un enorme caudal de escenas de terror. Muy buenos sustos y momentos escalofriantes demuestran que todo funciona. Los elegidos pertenece, además, a la escuela de las películas que optan por menos despliegue visual y más clima construido a través de una buena puesta en escena y un estilo visual que no busca el impacto fácil. Es difícil sorprender al espectador actual ya acostumbrado a los films de familia atacada por una fuerza desconocida, pero hay que decir que Los elegidos lo logra y justamente por eso que no hay que anticipar nada de la trama. Lo que sí hay que anticipar es que se trata de una película que hará saltar a los espectadores de su butaca, porque cuando tiene que asustar lo logra con creces. Están todos avisados.