“Los Extraños: Cacería Nocturna” fue escrita por Bryan Bertino y Ben Ketai, y es la continuación de la película de 2008 “The Strangers”. Protagonizada por Christina Hendricks, Martin Henderson, Bailee Madison y Lewis Pullman, la trama sigue a una familia que pasa la noche en un parque de casas móviles desiertas a las que abordan tres asaltantes enmascarados.
La cinta es muy parecida en bastantes aspectos técnicos a su antecesora “Los extraños” (2008), empezando por la historia simple que tiene y que cuenta en una hora y cuarenta minutos de duración. Por momentos hay un mal manejo de cámara, sobre todo en algunas escenas de tensión dentro del argumento. Las secuencias de “terror” y tensión que nos presentan a medida que avanzamos en la película son sencillas, ni buenas ni malas. La ambientación no logra darle al espectador la sensación de miedo o terror hacia los protagonistas.
Por otro lado, vemos que la trama es aburrida, lastimosamente se siente como si los roles que son buscados por los antagonistas solamente estan ahí para rellenar el lugar que se necesitaba para armar y realizar el largometraje. El guión es muy pobre, no se logra entender ni tampoco explican por qué los antagonistas hacen lo que hacen, hay una sub-trama dentro de la historia principal que es en base a un personaje y es completamente innecesaria y absurda. El relato por momentos va muy acelerado, luego va lento, es muy irregular.
También podemos observar que los personajes son aburridos, no interactuan entre ellos, se siente de entrada que no hay química con ninguno. Tampoco están desarrollados, la experiencia que sufren en el parque de casas móviles parece ser que no tiene consecuencias o secuelas en éstos en el acto final. Los momentos de tristeza o emotivos son mal aprovechados, no le dan el tiempo al espectador para comprender o sentir empatía sobre algun personaje porque ya se pasa a otra secuencia.
En resumen, “Los Extraños: Cacería Nocturna” es una película mala, sacando pocas secuencias de tensión “aceptables”, después no podemos rescatar nada. ¿Es una buena secuela? Digamos que no, ya que implementa la misma fórmula que la primera parte y eso la vuelve repetitiva y cliché.