Hace 10 años se estrenó una película llamada The strangers, y pasó sin pena ni gloria.
Se trataba de una ópera prima que no presentaba mayor novedad que un guión en donde las motivaciones (o falta de ellas) de los asesinos eran originales.
Una especie de slasher film pero más escalado y más crudo, con un gore a la orden del día.
Nadie pidió esta secuela y se nota desde la escena uno.
La premisa es básicamente la de la película original, solo que se cambia el lugar y la composición de sus protagonistas.
Los actores no dicen nada. Son roles que cualquier persona que pueda gritar y correr podría haber hecho.
El director Johannes Roberts no logra generar un buen clima de suspenso y repite una y otra vez todos los vicios posibles del género.
Lo bueno es que es corta y pasa rápido.
Los extraños: cacería nocturna solo es apta para los que gusten del gore leve.