¿Por qué no?
La típica familia con una hija adolescente conflictiva emprende un viaje para llevarla a su nueva escuela, donde esperan que la encarrilen. En el camino planean hacer una parada para visitar unos parientes que viven en las cercanías de un lago, trabajando con los turistas que llegan en temporada
Tampoco queda mucho de los tíos mayores que ya recibieron la visita de los tres enmascarados, pero ese detalle les es ocultado para lograr que se acomoden y relajen en uno de los trailers que sirven de alojamiento. Sin embargo, la noche no avanza mucho antes de descubrir que no están tan solos como creen: una joven escudada en la penumbra golpea a su puerta buscando a Tamara, poniendo algo nerviosa a la familia pero no lo suficiente como para permitirle a los dos menores que salgan a deambular en la noche, llegando al descubrimiento casi fortuito del destino real de sus anfitriones y la revelación de que fueron engañados para alojarse en ese lugar.
Separados e incomunicados, se inicia una cacería en la que son presa de un grupo de asesinos enmascarados que los acecha solo por diversión.
¡Correte, boluda!
Después de un arranque bastante largo y aletargado donde se toman el tiempo para presentar personajes sin mucho para mostrar, comienza la trama real de Los Extraños: Cacería Nocturna. Tal como en la primera película, los atacantes no tienen historia ni mayor motivación que buscar placer y diversión asesinando gente al azar, solo porque pueden hacerlo.
Mientras nosotros nos agarramos la cabeza porque la cantadísima final girl huye en línea recta por el medio de la calle ante un perseguidor que pretende atropellarla, ellos disfrutan aterrando a sus víctimas antes de matarlas sacandole provecho al estar en un sitio aislado en vez de confinar su juego al interior de una vivienda como la primera vez. Con el detalle extra de que aún con sus rostros completamente ocultos suelen ser más expresivos que sus víctimas, quienes siguen las reglas del género de las actuaciones ridículas y la toma de malas decisiones, logrando al menos sacar un par de risas.
Curiosamente, Los Extraños: Cacería Nocturna no asusta ni divierte, pero tiene unas pretensiones estéticas que no suelen verse en el género. Hace uso de la iluminación, el color, y el sonido para generar un clima algo nostálgico; es lo único que le suma un poco de interés a un slasher muy de manual, en el mal sentido del término.
No hay sorpresas, no hay suspenso ni sustos. Ni siquiera la incomprobable y poco creíble pretensión de estar basada en hechos reales colabora para que nos importe lo que va a suceder en la escena siguiente, en sintonía con una camada de películas de terror que por algún motivo llegan a nuestros cines aunque con suerte podrían ir directo a DVD.
Conclusión
En una secuela innecesaria más, que ni siquiera parece tratarse de lo mismo, Los Extraños: Cacería Nocturna no asusta pero al menos por momentos divierte, aunque (como ocurre bastante en el género) nunca queda del todo claro si era la intención que tenían en mente.