El clásico navideño de Charles Dickens aparece renovado con tecnología de punta: 3D y captura de movimiento (al igual que en El Expreso Polar y Beauwolf) y con el sello inconfundible de Robert Zemeckis.
Un hombre miserable, temido y solitario (Jim Carrey) maltrata a su empleado (Gary Oldman) y escapa a las obligaciones familiares con su sobrino (Colin Firth) hasta que es visitado por presecias fantasmales que cambiarán su visió del mundo.
Una fábula escalofriante (no recomendable para los más chicos) y aleccionadora que entrega sobresaltos y deja lugar a la aventura en su segunda parte. La caída de la nieve y los vuelos sobre Londres encuentran un buen adepto en el 3D y potencian la profundidad de campo.
Pero la estrella del film es la historia y Jim Carrey, que encarna a siete personajes en sus edistintas edades y a los fantasmas de la Navidad pasada, presente y futura.
La oscurdad que surge de algunas situaciones familiares y relaciones laborales resulta más terrorífica que las presencias del "más allá".