Robert Zemeckis y el mundo esterocópico
Tras El expreso polar y Beowulf, Robert Zemeckis vuelve a apostar por una historia clásica adaptada a la gran pantalla para ser vista en 3D. Muchos pueden quejarse de que ya se han hecho demasiadas lecturas de los cuentos de Dickens hasta el hartazgo, sin embargo también es cierto que la obra del célebre escritor inglés da para muchas distintas interpretaciones y puntos de vista, motivo por el cual el formato 3D sin duda es un buen campo para explorarlo.
Para quienes son ajenos al cuento, Los fantasmas de Scrooge cuenta la historia de Ebenezer Scrooge, un ancianito gruñón y quejoso que aborrece todo lo que le rodea (seguramente una influencia directa del viejito de UP, la última de Pixar) que es visitado por tres fantasmas de la navidad. Al mejor estilo Eddie Murphy, Jim Carrey da vida tanto a Scrooge como a los tres fantasmas que lo visitan en noche buena. Tambien se destacan Gary Oldman y Colin Firth que al igual que Carrey han pasado por una serie de diversos softwares (tal como Ray Winston y Angelina Jolie en Beowulf y Tom Hanks en El expreso polar) para dar al personaje tridimensional un look más real y detallado.
Una de las mayores virtudes de la adaptación de Zemeckis es que ha logrado mantener el carácter infantil pero a la vez tenebroso y grotesco de la visión de Dickens, consiguiendo así un amplio target digno de entretener a jóvenes y adultos.
En resumen, el director de Volver al Futuro hizo una de las películas navideñas más prometedoras de las últimas temporadas que se alza como una de las mejores del género a la altura de A christmas story, Christmas Vacation y por que no El Grinch.
- Lo mejor: Las tomas aéreas que recorren un Londres Victoriano sumamente pulido y bien logrado, y la conservación del espíritu de la obra de Dickens.
- Lo peor: El abuso de las tomas aéreas que aparecen en casi todas las escenas.