Esta película seleccionada para la apertura oficial del Festival de Valdivia 2019 fue producida entre otros por Dominga Sotomayorl, filmada en los alrededores de esa ciudad del sur de Chile, e interpretada por algunos actores locales y otros no profesionales, entre los que se destacan Samuel González y Marcela Salinas. Se trata de una historia de amor entre dos hombres, poco frecuente hasta hace muy poco en el cine chileno y latinoamericano.
Un joven arquitecto llega a la zona de Valdivia a visitar a su hermana, antes de viajar a Canadá con una beca. Huye del rechazo de sus padres a su condición sexual. En el sur chileno conoce a un hombre de la región, pescador, e inmediatamente nace entre ambos un amor pasional.
La espectacular, imponente geografía de la Región de los Ríos, con sus bosques, ríos y mar es el marco ideal para esta historia de gran ternura entre hombres fuertes, de diferente formación y cultura. La sexualidad está vivida y retratada –en escenas eróticas bastante explícitas- como la celebración de los cuerpos. Si bien la narración se reitera en ciertos aspectos, quitándole algo de tensión dramática, es un valioso aporte en una misión que busca el reconocimiento y la visibilidad de la condición gay.