En un pequeño pueblo de Quebec las cosas ya no son como antes . La gente local se esta descomponiendo y se sienten atraídos por la carne humana
Cuando George A. Romero hizo a finales de la década de los sesenta con La noche de los muertos vivos, el cine de género paso del llamado terror clásico a lo que hoy se considera como terror moderno. Los vampiros, hombres lobos y fantasmas dieron paso a historias que se acercaban más a las sensibilidades de aquella época. Esto se ve reflejado en la primera película del director de Pittsburh pero esta no fue su intención; Se trata del famoso caso de una película que mejor reflejo la crisis que vivía el mundo en esos tiempos. Por supuesto Romero se avivo de esto y luego trabajaría estas ideas en muchas de sus siguientes películas pero sobre todo en la saga de muertos vivos.
Los hambrientos, tiene más del Romero de The crazies (1973) que de sus zombies. Se trata de una producción canadiense donde gente muy normal debe enfrentarse a una amenaza que, durante sus mejores momentos, se mantiene fuera de plano generando más suspenso e intensidad. Desprovista de cualquier cliché del sub-genero de infectados, el espectador ve lo que realmente ocurriría si de repente hubiera un ataque de infectados. Esto funciona también gracias a la natural interpretación del desconocido Marc-André Grondin .
El problema de Los hambrientos es que un momento uno se pregunta que diablos se esta viendo. Que no se sepa nunca porque son infectados vaya y pase, nunca sabemos en las películas de zombies de Romero porque comenzó todo. Pero que después los personajes empiecen a comportarse de una manera incomprensible, como si hubiera alguna especie de metáfora que es inexplicable, es inaceptable. Si la idea es golpear al espectador con una propuesta que los dejes pensando, la respuesta es errónea. Terminado los momentos más interesantes lo que ocurre es que vemos a los protagonistas deambular sin rumbo porque el mismo director no sabe que hacer con su película.
Lo que termina hundiendo a Los hambrientos es que no se conforma con ser una historia simple, quiere ser algo y lo que logra genera el efecto contrario. Es una pelicula pretensiosa, de alguien que leyó mal el cine de Romero, cuyos mensajes y alegorías eran siempre claras, que nunca le faltaba el respeto al espectador y que nunca se olvidaba la importancia de entretener.
Pueden dejar pasar a Los hambrientos, no trae nada nuevo a la mesa y tampoco sirve como comida chatarra que es rica y efectiva. Ah, y además hay una escena post-credito que es un aún más incomprensible y que los va a dejar enfurecidos al término de esta película, como las peores post-créditos de Marvel.