Los Hermanos Karaoke es un dúo vocal que se presenta en distintos shows ya establecidos para difundir su música (cuatro canciones de otros artistas, pero realizadas bajo su propia impronta; es decir, covers). Todo comienza cuando Mía y Simon se embarcan hacia un pueblo de la Patagonia para cantar en una Cena Show el 24 de diciembre. Para no pagar la estadía en un hotel, buscan un camping, pero en el camino se encontrarán con Alan, una especie de empresario chamánico con extraños conocimientos de marketing y espiritualidad, que les provocará un drástico cambio en su carrera.
Dirigida por la productora argentina Cine Hummus, colectivo conformado por Agustín Gregori, Bernardo Francese e Ignacio Laxalde en 2004, “Los Hermanos Karaoke” nos ofrece una comedia absurda para aquellos amantes de ese género.
El film nos presenta personajes extraños con motivaciones claras que se irán transformando a medida que avanza el relato con la mera intervención de Alan. Él pondrá en jaque todo lo conocido y realizado por los protagonistas, algo que generará por un lado un camino hacia el autoconocimiento y, por el otro, un quiebre en la relación del dúo. Lo más interesante y original de la cinta reside en este punto, en la utilización del marketing, sus conceptos y terminologías, no solo para cuestionar sus prácticas laborales, sino también su comportamiento personal para llevarlo a un plano espiritual.
En cuanto a los aspectos técnicos, la música también es uno de los elementos centrales de la película, la cual acompaña de una buena manera a una trama absurda, y que genera a la vez suspenso y alegría. De todas maneras, algunos recursos sonoros se sienten un poco abusados por momentos.
Por el lado de la ambientación, se destacan los escenarios naturales del film. La mayoría de las acciones se desarrollan en el exterior, influyendo en el humor de los personajes y avalando esa especie de experiencia catártica propuesta. Sin embargo, algunas de las escenas se notan un poco cortadas, comienzan y terminan de una manera un tanto brusca.
A pesar de la corta duración del largometraje (poco más de una hora), “Los Hermanos Karaoke” presenta un ritmo un poco lento. La historia es bastante simple pero se siente un poco estirada en su segundo acto, donde se reiteran las situaciones que deben vivir los protagonistas.
En síntesis, a pesar de los puntos positivos y de aquellos cabos más flojos de “Los Hermanos Karaoke”, hay que tener en cuenta que no es una película para todos, sino solamente para quienes disfrutan de historias absurdas y carentes de un sentido convencional, donde los personajes se exponen a situaciones hilarantes y transformadoras para su vida profesional y personal. Una trama diferente de autoconocimiento y amor.