Anodino pasaje al cine
Transcribir una novela a la pantalla grande no es fácil, y es mucho más complicado cuando se trata de textos populares y de alto impacto como las tres novelas de la Trilogía Millennium del sueco Stieg Larsson: La reina en el palacio de las corrientes de aire (2007), La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina (2006), y Los hombres que no amaban a las mujeres (2005). Es cierto que al terminar el tercero al lector le queda la sensación de que al bueno de Larsson le quedaba hilo en el carretel y que en la cuarta novela seguramente hubiéramos terminado de conocer todo lo que necesitábamos conocer de Lisbeth Salander, la detective, punk y bisexual de áspero pasado. Pero Larsson se murió por un infarto y su obra quedó en tres libros de alto impacto y muy gancheros.
Con el éxito de librería que resultó ser la trilogía era obvio que debían pasar al cine y los suecos lo hicieron. Los hombres que no amaban a las mujeres - Millennium 1 es una película correcta que trata de ser fiel a la novela y esa es la peor decisión que podían tomar. Porque lo que en el libro son momentos de suspenso insoportable, en el film resultan pueriles y la profundidad de los caracteres de los protagonistas no llega a reflejarse.
Un periodista de investigación famoso pierde un juicio por calumnias e injurias, el periodista se come el garrón de una sentencia en contra por culpa de una trampa tendida por un magnate. Mientras se apresta a cumplir la sentencia otro grupo poderoso contrata al investigador por una cuestión personal. El periodista se ve envuelto en una trama familiar de corrupción, racismo, incesto y durante la pesquisa aparece en el camino Lisbeth Salander, que es una hacker punk, con problemas de conducta, bisexual y con un pasado que en esta primera parte apenas se vislumbra.
Repito, la primera parte de la saga es correcta pero anodina y rutinaria para quienes leyeron la novela, mientras que para los que no tienen idea de la existencia de la trilogía, será apenas una rareza sueca.