Grafiti
Los Hongos (2014), de Oscar Ruiz Navia, trata sobre dos jóvenes colombianos, Ras (Jovan Alexis Marquinez) y Calvin (Calvin Buenaventura), y sus merodeos sin rumbo a través de la ciudad de Cali. La sinopsis informa que “en el camino, como dos hongos, contaminarán su entorno con una inmensa libertad”. Será que la película admite varias interpretaciones. Yo entendí el título como una referencia a la breve expectativa de vida de los hongos, que estallan tan rápido como proliferan.
Como los hongos, el arte de Ras y Calvin aparece repentinamente en cualquier lado, lleno de vida y color, y prontamente se extingue. Se trata del grafiti. Los amigos son amateurs, aunque están en proceso de unirse a una comunidad de “soldados”, unidos contra un sistema político al que llaman Babilonia. Su siguiente objetivo es pintar un enorme mural debajo de un puente con la provocadora leyenda “Nunca volverán a silenciarnos”.
Éste es el núcleo de la película. Filmada principalmente en la calle con cámara en mano y actores que donan sus nombres a sus personajes, Los Hongos nos remite a la escuela del neorrealismo. Sus personajes andan y en su andar forman una cartografía social de los espacios que recorren – clubes nocturnos, cuarteles pandilleros, baldíos chatarreros y en el fondo la campaña política de un tal Albarracín, que algo trama.
En materia de personajes, tenemos unos cuantos: la madre de Ras, profundamente religiosa; la abuela de Calvin, una empedernida liberal; su padre, subrepticiamente vil; un arengador social apodado Zudaca y una hermosa chica llamada Dominique (Dominique Tonnelier), que sale pero no sale con Calvin. Es complicado. El elenco describe varias generaciones y estirpes de colombianos, pero los une un denominador común: los extremos a los que llegan para lidiar con la realidad social del país. Y en el medio, Ras y Calvin, que están buscando su eje.
Puede que en un intento por descifrar el corazón de una compleja realidad, el director/guionista Ruiz Navia simplifique algunos lugares y generalice en otros. La comunidad de vándalos y la fauna callejera a veces no se siente muy auténtica, o mismo parece estar sirviendo una idea pintoresca de sí misma. Lo cierto es que Los Hongos llama la atención a un mundo emergente y cautivador, retratado con cariño y preocupación por sus personajes y la realidad que les toca vivir.