Desde Colombia llega los Los Hongos de Oscar Ruiz Navia , coproducida por Argentina, y estrenada en el pasado Festival de Cine de Mar del Plata.
Cada noche después del trabajo, RAS pinta grafitis en distintos muros de su barrio al oriente de Cali. Durante el día es obrero de construcción y el hijo de MARIA, una dulce mulata que emigró a la ciudad proveniente de la selva del pacífico. RAS no ha vuelto a dormir y está empezando a soñar despierto. MARIA sufre por esto pues piensa que alguien lo ha embrujado y el chico terminará en la locura. Un día RAS pierde su trabajo por robar varios tarros de pintura con los que venía haciendo un gran mural en el lote contiguo a su casa. Sin un peso para ayudar a su madre, atraviesa la ciudad en busca de CALVIN, otro jóven grafitero estudiante de bellas artes que vive unos días difíciles tras el divorcio de sus padres y el cáncer que padece su abuela. Los chicos irán sin rumbo fijo por la ciudad, como el que quiere perderse y no regresar. En el camino, como dos hongos, contaminarán su entorno de inmensa libertad.
A diferencia de Gente de Bien de Franco Lolli, donde el punto de vista estaba en un padre y su hijo frente a los estratos sociales en Colombia, en Los Hongos la historia se pone a merced de dos adoscelentes Ras y Calvin, ambos muralistas que se ven saturados por los organismos de poder, ya sea la policía, la religión y la política.
Ambos son incomprendidos y viceversa, ellos no comprenden la sociedad que los rodea Todos estos temas no saturan la historia principal de estos jóvenes, sino que complementan sus intenciones; a la hora de expresarse a través del arte.
Ruiz Navia refleja a sus personajes en una constante dualidad entre lo natural, el amor y la sinceridad, especialmente entre la relación de Calvin y su abuela, frente a las figuras paternas ausentes e incluso el vació emocional del amor juvenil.
Saturados de este mundo, se abocan en su cultura muralista y su impacto social reflejando las problemáticas en Egipto.