Lo mejor del director de “El sexto sentido” en mucho tiempo
Luego de una tercera película impactante como “El sexto sentido”, estrenada en 1999, M. Night Shyamalan nos viene “regalando” durante el presente siglo y con cierta regularidad (cada dos años) una serie de films del género fantástico de gran pobreza artística.
El que ahora se estrena es el undécimo de su carrera y el mejor en mucho tiempo, lo que no equivale a decir que sea muy bueno pero al menos se deja ver.
Desaprovechar a intérpretes como Joaquin Phoenix & Adrien Brody (“La aldea”), Paul Giamatti (“La dama en el agua”), Mark Wahlberg (“El fin de los tiempos”) o Will Smith en la reciente “Después de la tierra” ya parece una constante en el realizador nacido en la India y residente en los Estados Unidos.
Quizás el haber evitado contratar (y hacer actuar) a actores conocidos en el “casting” de “Los huéspedes” (“The Visit”) sea parte del acierto parcial de su nuevo film.
En cuanto a la trama, no resulta excesivamente novedosa y hasta para algún espectador avispado relativamente obvia. En efecto, que la madre (Kathryn Hahn) de Becca (Olivia Dejonge) y Tyler (Ed Oxenbould) decida enviarlos a la casa de unos abuelos que no han conocido hasta ahora y con los que la progenitora se lleva mal ya resulta extraño y sospechoso.
Que la hija sea una aspirante a realizadora de cine con lo que se entiende que lleve una pequeña cámara y la utilice como se viene haciendo desde “The Blair Witch Project” y hasta la última “Actividad paranormal” tampoco es demasiado original.
Pero donde “Los huéspedes” gana en interés y cierto aire fresco es cuando encuentran a sus abuelos. Nana (Deanna Dunagan) y Pop Pop (Peter Mc Roobie, visto como Allen Dulles en “El puente de los espías”) resultan un par de ancianos cuyos vicios es preferible que los descubra el potencial espectador, por lo que se omite adelantar información.
Hay momentos en que se logra cierto suspenso como cuando Nana le pide a Becca que se meta dentro del horno para limpiarlo o también cuando Tyler descubre el secreto que guarda el marido en un depósito rural. A propósito al chico ya se lo vio en una película de muy extenso título (“Alexander y un día terrible, horrible, malo…muy malo!”), que bien podría aplicarse al presente film.
En el balance y sobre todo para adictos al género “Los huéspedes” puede ser una opción razonable.